¡El bienestar para trabajar también pasa por la iluminación! Tanto en una oficina individual como en un espacio de coworking, creando el equilibrio perfecto entre la luz natural y la artificial, conseguirás crear un ambiente propicio para la concentración y la productividad, protegiendo al mismo tiempo tus ojos. Nuestros consejos para conseguir el mejor resultado posible.

Una buena iluminación para una jornada de trabajo más eficaz

Una pequeña lección de biología

Trabajar en una oficina mal iluminada tiene un impacto considerable en la salud mental y física. ¿Por qué? El cuerpo produce naturalmente cortisol, que libera energía de las reservas del organismo. Esta hormona se produce en grandes cantidades por la mañana y disminuye gradualmente hasta la noche, siendo sustituida por la melatonina, llamada "hormona del sueño". Sin embargo, la luz azul, procedente del sol o de una pantalla, estimula la producción de cortisol y, por tanto, de energía.

Tanto si se trata de un empresario como de un empleado, es fácil y rápido instalar un sistema de iluminación lo suficientemente eficaz como para evitar el cansancio general, los dolores de cabeza y la consiguiente disminución de la concentración.

La importancia de la luz natural

Como seres humanos, necesitamos naturalmente la luz del día para sentirnos bien. Se ha demostrado científicamente que su ausencia puede tener efectos perjudiciales para el organismo:

  • Trastornos del sueño ;
  • Trastornos del estado de ánimo;
  • Disminución del estado de alerta;
  • Disminución del rendimiento cognitivo;
  • Depresión;
  • Un sistema inmunológico menos eficiente

En la oficina o en un espacio de coworking, el cuerpo reacciona de la misma manera, por lo que es importante que cada trabajador tenga una fuente de luz natural.

Fuentes de luz artificial para el trabajo

Además de la luz natural, el espacio de trabajo debe contar con fuentes de luz artificial. Dependiendo del tamaño de la sala, puede crear un plan que mezcle la iluminación superior con un colgante, una lámpara de escritorio, un conjunto de apliques de pared, una lámpara de pie en la esquina, una lámpara de araña, etc. El objetivo es conseguir:

  • Iluminación de trabajo;
  • Iluminación de ambiente;
  • iluminación de acento.

Diferenciar entre iluminación directa e indirecta

Conozca la diferencia entre la iluminación directa y la indirecta, para poder combinarlas con mayor eficacia.

La iluminación directa se produce cuando una luminaria es capaz de difundir su luz sin ser obstruida por ningún elemento. Este tipo de iluminación la proporciona, por ejemplo, una lámpara de escritorio, una suspensión fijada directamente sobre una mesa.

En cuanto a la iluminación indirecta, antes de ser difundida, pasa a través de una superficie intermedia, por ejemplo, una pantalla, un difusor o proviene de cintas de LED, que se pueden encontrar en tiendas online especializadas. Considerada más confortable que la iluminación directa, ilumina de manera uniforme sin producir sombras.

Para obtener un resultado equilibrado entre las dos categorías, es aconsejable combinar entre un 10-20% de iluminación directa y un 80-90% de iluminación indirecta.

¿Cuál es el color de luz ideal para trabajar?

Para ahorrar energía, recomendamos el uso de bombillas LED, que proporcionan una iluminación duradera y se adaptan perfectamente al trabajo. En cuanto al color, debe estar entre 3000 y 4000° Kelvin, es decir, entre un blanco cálido, para un ambiente cálido, y un blanco neutro, para un ambiente dinámico y despierto.

¿Qué tipo de bombilla utilizar cuando no hay luz natural?

A veces no se dispone de luz natural para trabajar en las mejores condiciones. En ese caso, la tecnología LED demuestra una vez más su potencia. Elija una temperatura de luz de 6000 Kelvin, un blanco frío que se acerca al color de la luz del día.

Añada a esto lámparas de mesa, lámparas de cala o filtros para lámparas de techo fluorescentes y tendrá una red de luz que favorece el bienestar y, por tanto, el trabajo.

La iluminación, más que un accesorio, es una herramienta para trabajar bien

La iluminación natural, indirecta y directa son elementos esenciales, indisociables e ineludibles para crear un ambiente estimulante tanto mental como físicamente. No faltan las opciones, ya sean lámparas independientes o montadas en la pared o en el techo. No olvide jugar con los colores de la luz para obtener un resultado perfecto en todos los sentidos para trabajar con eficacia.

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