Salud mental de los trabajadores: actualización de la situación

Como todos sabemos, el Gobierno Barnier ha hecho de la salud mental una de las principales causas nacionales para 2025, y el tema ha estado en boca de todos desde entonces. Si bien hasta ahora el tema de la salud mental de los empleados ha sido poco -o incluso mal- tratado por las empresas, éstas empiezan ahora a abrir la puerta a la introducción de medidas preventivas adecuadas y, en algunos casos, la salud mental en el lugar de trabajo se ha convertido incluso en una prioridad en muchas empresas. Lejos de ser un simple "plus" de bienestar, ahora se reconoce como una cuestión estratégica para el rendimiento y la sostenibilidad de las empresas, y pone en tela de juicio los métodos de gestión, las expectativas de los empleados y los métodos de trabajo. Sin embargo, a pesar de la creciente concienciación, los retos persisten. He aquí una actualización sobre el estado de la salud mental de los empleados y las medidas que podemos tomar para abordarlo.

Un dato alarmante: el burnout aumenta

Según estudios recientes, los casos de burnout, ansiedad y depresión entre los empleados van en aumento. Una encuesta de la Fundación Francesa para la Investigación Médica revela que casi uno de cada tres empleados afirma experimentar altos niveles de estrés en el trabajo, y casi el 40% de los empleados jóvenes se plantea dejar su empleo por el impacto que tiene en su salud mental. Las encuestas más recientes muestran también que casi el 50% de los trabajadores en Francia se encuentran en una situación de malestar psicológico vinculado a su trabajo, y varios millones estarían en situación o en riesgo de burn-out.

El burnout afecta especialmente a los empleados en entornos laborales muy exigentes, donde la presión para obtener resultados es elevada y el apoyo organizativo es limitado. A esto se añade la hiperconectividad, que puede dificultar la desconexión fuera del horario laboral, y la sensación de soledad que sienten muchos teletrabajadores.

Un mal equilibrio entre la vida laboral y personal es también un factor importante para la salud de los trabajadores. Y esto es aún más cierto para aquellos a los que se les ha denegado recientemente el derecho al teletrabajo.

Las principales causas de la infelicidad en el trabajo

Las causas de la infelicidad en el trabajo son múltiples y complejas. He aquí las principales:

• Intensificación de las exigencias profesionales: La aceleración de los proyectos y la presión por cumplir objetivos ambiciosos contribuyen a una carga de trabajo a veces insostenible, sobre todo en determinados sectores como la sanidad, el comercio minorista y el digital.
• Falta de reconocimiento: El escaso reconocimiento del trabajo realizado, ya sea por parte de los directivos o de la empresa, refuerza los sentimientos de desmotivación y desvalorización.
• Hiperconexión : Las herramientas digitales facilitan el trabajo a distancia, pero también crean una forma de conexión permanente que impide a los empleados "desconectar" y recuperarse.
• Incertidumbres económicas: los periodos de crisis, con frecuentes reestructuraciones y reducciones de plantilla, aumentan la preocupación y la sensación de inseguridad de los empleados.

Repercusiones para la empresa: un coste importante

El deterioro de la salud mental de los trabajadores no se limita a los individuos: afecta directamente a las empresas. La infelicidad en el trabajo se asocia a una menor productividad, mayores tasas de absentismo y un aumento de los accidentes laborales. También aumenta la rotación de personal, ya que los empleados angustiados son más propensos a buscar un nuevo empleo, o incluso a abandonar el mundo laboral.

El coste financiero es significativo. Un estudio de la consultora Deloitte estima que las empresas pierden miles de millones cada año por las consecuencias directas e indirectas de la infelicidad en el trabajo, incluidos los costes sanitarios, la pérdida de productividad y la rotación de personal.

Mayor concienciación, pero medidas aún insuficientes

En general, las empresas han tomado conciencia de la importancia de la salud mental de los empleados, pero la aplicación de medidas concretas sigue siendo a veces insuficiente o inadecuada. A menudo, los esfuerzos se limitan a iniciativas de sensibilización, sin que exista una verdadera política de prevención integrada en la cultura empresarial.

Según una encuesta del Grupo VYV, una gran mayoría de empresas (el 83% de los directivos y el 60% del personal de RRHH) considera que la prevención es eficaz, en particular mediante la promoción de la salud en el lugar de trabajo y la formación de los directivos. Estas últimas parecen ser necesarias para las empresas de más de 100 empleados, para las que, en 1/3 de los casos, el organismo de previsión se identifica como un contacto clave.

Los directivos también desempeñan un papel clave en la detección de los signos de malestar de los empleados. Formarles para identificar las señales de malestar y las técnicas de apoyo puede suponer una gran diferencia. Están en primera línea cuando se trata de escuchar las expectativas y sentimientos de sus empleados, y adaptar la política de teletrabajo a las necesidades individuales y colectivas es esencial para evitar el aislamiento y ofrecer mayor flexibilidad.

La salud mental de los empleados se ha convertido así en un indicador crucial de la salud global de las empresas. Ante el aumento de los trastornos psicológicos, es imperativo que las organizaciones tomen medidas para proteger y apoyar a sus empleados. Tomando medidas a largo plazo, integrando el bienestar mental en la estrategia de RRHH y creando un entorno de trabajo saludable, las empresas no sólo pueden mejorar la calidad de vida de sus empleados, sino también aumentar su productividad, atractivo y resiliencia.