Entre la tradición, los nuevos espacios de trabajo y la búsqueda de un sentido colectivo. Cada diciembre resurge la misma pregunta: ¿hay que seguir celebrando la Navidad en la oficina? Durante mucho tiempo símbolo de convivencia y cohesión, la tradicional comida de Navidad parece estar perdiendo su brillo. El trabajo híbrido, la dispersión de los equipos y la transformación de los lugares de trabajo están sacudiendo los códigos. Mientras algunos siguen erigiendo el árbol de Navidad en la recepción, organizando fiestas del amigo invisible o iniciando talleres de confección de chucherías, otros se preguntan si este ritual sigue teniendo cabida en una época en la que la frontera entre la esfera personal y la profesional se difumina.

El fin de la "oficina" como único lugar de celebración

El trabajo ya no tiene una dirección fija. Entre teletrabajo, coworking y espacios flexibles, la oficina se ha fragmentado. También lo han hecho las exigencias. Las expectativas de la gente respecto a su espacio y grupo de trabajo también han cambiado profundamente.

Además, los empleados ya no comparten sistemáticamente el mismo espacio a diario, lo que complica naturalmente las celebraciones colectivas. La clásica fiesta de Navidad, celebrada en una sala de reuniones transformada en improvisada pista de baile o en el restaurante local, ya no tiene sentido cuando la mitad de los equipos trabajan a distancia o en ubicaciones ajenas.

Pero eso no significa que la convivencia haya desaparecido. Las empresas están reinventando sus formatos: afterworks "multisede" organizados simultáneamente en varios espacios de coworking asociados, momentos híbridos retransmitidos en línea para incluir a empleados remotos, o "días satélite" en los que los equipos se reúnen en lugares inspiradores para trabajar juntos antes de compartir un momento festivo.

Losespacios de trabajo flexibles se convierten en puntos de encuentro alternativos, más cercanos a los equipos y a menudo más cálidos que las sedes impersonales. Estos lugares, concebidos para favorecer los intercambios informales y la creatividad, se prestan naturalmente a este tipo de celebraciones: cocina común, terraza, ambiente relajado de diseño... El espíritu navideño encuentra aquí una nueva forma de expresión. Y ello, a pesar de que los equipos trabajan aquí a diario.

Navidad en la oficina: menos pompa, más unión

Si la fiesta de Navidad está cambiando, es también porque las expectativas de los empleados han evolucionado.

Si bien la decoración y los momentos de convivencia navideña siguen siendo momentos destacados de la vida en equipo, la cultura de empresa está evolucionando. Cada vez son más las organizaciones que procuran conciliar estas tradiciones con un enfoque respetuoso de la diversidad y el laicismo. No todos los empleados celebran la Navidad, y esta nueva toma de conciencia nos impulsa a imaginar momentos festivos más inclusivos, centrados en el compartir, la gratitud o la solidaridad, más que en una única referencia cultural o religiosa.

Ya no buscamos el acontecimiento grandioso, sino el momento sincero. Los empleados aspiran a celebraciones más sobrias, más inclusivas y, a veces, más útiles: donaciones solidarias, talleres creativos, acciones ecorresponsables o, simplemente, un verdadero momento de intercambio sin presiones jerárquicas. La creación de equipos nunca ha tenido tanto sentido como ahora.

También en este caso, los espacios de coworking y los terceros lugares ofrecen un marco propicio para estos formatos más humanos.

En estos entornos, las celebraciones de fin de año se transforman a menudo en momentos comunitarios. Más que una comida de empresa, celebran la diversidad de orígenes y proyectos, en torno a un bufé compartido, una lista de reproducción colaborativa o una iniciativa local.

Hacia una convivencia elegida, no impuesta

Celebrar la Navidad en la oficina ya no es un reflejo, sino una elección colectiva.
Algunos equipos prefieren no hacerlo, y está bien. Otros reinventan el espíritu de la fiesta adaptándolo a su realidad: menos institucional, más horizontal, más ligada a los nuevos ritmos de trabajo.

En este contexto, el espíritu de la Navidad no ha desaparecido del mundo profesional. Simplemente se ha desplazado. De los espacios abiertos a los cafés compartidos, de las sedes de las empresas a los espacios flexibles, ahora celebramos lo colectivo allí donde realmente sucede.

Así que, sí, todavía tenemos que celebrar la Navidad en la oficina, o mejor dicho, en los lugares donde se crea, se comparte y se reinventa el trabajo. Pero no se trata de hacerlo "como antes". Las empresas más inspiradoras son las que transforman este momento en una experiencia colectiva sincera, accesible a todos, sea cual sea el lugar de trabajo.

Porque en 2025, la celebración ya no se mide en copas alzadas, sino en vínculos recreados.
Y aunque la oficina haya cambiado de forma, la necesidad de pertenencia permanece intacta.

  • ¡Es Tiiiiiempo! ¿Sigue siendo necesario celebrar la Navidad en la oficina?
    08/12/2025

    ¡Es Tiiiiiempo! ¿Sigue siendo necesario celebrar la Navidad en la oficina?

    Entre la tradición, los nuevos espacios de trabajo y la búsqueda de un sentido colectivo. Cada diciembre resurge la misma pregunta: ¿hay que seguir celebrando la Navidad en la oficina? Durante mucho tiempo símbolo de convivencia y cohesión, la tradicional comida de Navidad parece estar perdiendo su brillo. El trabajo híbrido, la dispersión de los equipos y la transformación de los lugares de trabajo están sacudiendo los códigos. Mientras algunos siguen erigiendo el árbol de Navidad en la recepción, organizando fiestas del amigo invisible o iniciando talleres de fabricación de chucherías, otros se preguntan si este ritual sigue teniendo cabida en una época en la que la frontera entre las esferas personal y profesional se difumina.

  • Salud mental de los ejecutivos: el punto ciego del rendimiento
    13/10/2025

    Salud mental de los ejecutivos: el punto ciego del rendimiento

    Deciden, arbitran y dirigen. Encarnan la visión, gestionan las crisis y asumen riesgos. Y, sin embargo, seguimos hablando demasiado poco de su vulnerabilidad. La salud mental de los directivos es un tema a menudo ignorado, casi tabú.

  • ¿Es el teletrabajo bueno para la salud?
    01/10/2025

    ¿Es el teletrabajo bueno para la salud?

    Aunque el teletrabajo ha sido alabado durante mucho tiempo por sus ventajas en términos de libertad y comodidad, también tiene sus inconvenientes: aislamiento, sedentarismo, confusión de los tiempos de vida. En este contexto, se impone un nuevo hábito: trabajar en espacios flexibles, es decir, terceros lugares, coworking u oficinas compartidas, accesibles por días o a la carta.
    accesibles por días o a la carta.